"Hay que desvivirse por los demás". Gracias a Dios, y seguramente no lo podría haber dicho mejor y más exactamente, en mi circunstancia actual oigo esa expresión a menudo, aunque a mí me la enseñó mi madre. Dice la RAE que uno se desvive cuando muestra incesante y vivo interés, solicitud o amor por alguien o algo. Y ¿dónde está el nexo? En la experiencia: nadie que haga, o intente hacer, lo que dice esa definición dudará: amar es desvivirse. Y desvivirse es quitarse la vida a uno mismo: matarse por otro, morir por otro. Por eso Benedicto XVI, cuando aún no era Santo Padre, decía algo tan fuerte, verdadero y brillantemente expresado como su "el amor es un acontecimiento mortal" porque, explicaba, exige la muerte de mi yo para que viva su yo: un tú. Y, puestos a elevarse, así hay que entender el sacrificio de la víctima que el cristianismo dice ser la única relevante: Jesús. También, por cierto, lo dijo Él: "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos". (Jn 15, 13 ). A esto se le llama escalar. Y no está mal, por hoy. Mi consuelo es que hay todavía gente que intenta vivir así.
si,estoy de acuerdo...pero es una muerte que da vida¿lo pillas?¿a que no sabes quién soy?
ResponderEliminarNo sé quién eres. Eres anónimo.
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